El origen de un cacao con alma
Este cacao fue el comienzo de Sumay.
Lo encontré en Perú, en la provincia de Cusco, gracias a un productor que trabaja en las tierras que su familia cultiva desde hace tres generaciones. Al probarlo, sentí una alegría profunda y espontánea, de esas que nacen del corazón. Fue entonces cuando decidí conocer el lugar de origen.
Allí, rodeada de bambú y agua, me encontré con una plantación viva. Árboles antiguos, cuidados con respeto, fertilizantes hechos a mano con los restos del propio cacao, y un vínculo real con la tierra y los ancestros. Todo tenía sentido. Esa energía que sentí al beberlo estaba profundamente conectada al amor con el que se cultiva.
Un alimento vivo, no una golosina
Este cacao, de sabor amable y muy agradable al paladar, fue el que elegí para empezar Sumay. Con él creé también nuestras mezclas: Kids, Vida Activa, Fresh y las ediciones de temporada.
Es un cacao noble, versátil, perfecto para quienes buscan una experiencia profunda pero también disfrutable. No es una golosina ni un antojo pasajero, sino un alimento ancestral, completo y vivo, cargado de nutrientes como magnesio, hierro, antioxidantes y otros minerales que sostienen el cuerpo en su día a día.
Para quienes buscan claridad, energía y conexión
Es el cacao que recomiendo a quienes quieren comenzar a experimentar con esta medicina natural, sobre todo si desean integrarlo a su vida diaria, como parte de su alimentación o como sustituto del café.
El cacao ceremonial tiene la capacidad de ofrecernos energía sostenida sin alterar el sistema nervioso. A diferencia del café, no provoca picos de ansiedad ni caídas bruscas de energía. Gracias a la teobromina, el cuerpo se activa de forma suave y estable, manteniéndonos centrados y en conexión con nosotros mismos.
Además, contiene compuestos naturales que estimulan la producción de serotonina y melatonina, lo cual mejora el estado de ánimo y favorece un descanso reparador, cuando se toma en el momento adecuado.
Muchas personas que lo consumen a diario me cuentan que sienten más energía, más enfoque mental, y una sensación de bienestar general. Están más contentas. Y no es casualidad: el cacao trabaja el área del corazón, desde lo físico y lo sutil.
¿Cómo tomarlo en tu día a día?
Tomarlo puede ser tan simple como prepararlo con agua caliente, o añadirle especias suaves, bebida vegetal o incluso frutas secas. Puedes disfrutarlo en la mañana como energía limpia para comenzar el día, o como una pausa consciente en medio del trabajo o el estudio.
Es una forma de acompañarse con un alimento real, natural, y que conecta con una historia ancestral.
Una medicina ancestral en lo cotidiano
Cacao Vida Cotidiana no es una golosina: es un alimento ancestral, puro, completo.
Y si queremos hacer cambios en nuestra vida, en nuestra dieta y en cómo nos sentimos cada día, el cacao puede acompañarnos de una forma real y poderosa.
Puedes encontrarlo aquí: Vida Cotidiana y Saludable
