Muchas personas nos preguntan si el cacao ceremonial es lo mismo que el chocolate, o si pueden usarse de forma intercambiable.
La realidad es que no son lo mismo, aunque comparten un origen común.
El mismo fruto, caminos diferentes
Tanto el cacao ceremonial como el chocolate nacen del mismo árbol: Theobroma cacao, originario de América.
Sin embargo, el proceso que sigue cada uno es muy distinto.
- El cacao ceremonial es cacao puro, sin mezclas, sin azúcares y sin refinados.
- El chocolate suele contener leche, azúcar, grasas añadidas y otros ingredientes.
¿Qué es el cacao ceremonial?
El cacao ceremonial que usamos en Sumay es:
- Puro: solo cacao, sin aditivos.
- Medicinal: conserva sus propiedades energéticas y emocionales.
- De origen: cultivado por comunidades en Perú y Ecuador.
- Ético y sostenible: de comercio justo y sin híbridos.
Se utiliza en rituales, prácticas de conexión, autocuidado y como bebida saludable y energética.
¿Y qué pasa con el chocolate?
El chocolate, aunque delicioso, es un producto diferente:
- Es procesado y contiene azúcar.
- Suele llevar leche y otros aditivos.
- Se disfruta como placer, no como medicina.
No es “malo”; simplemente responde a otra intención.
Y en Sumay creemos que hay espacio para todo, siempre que sepas lo que estás eligiendo.
¿Entonces cuál elegir?
Depende de lo que estés buscando:
- Si querés energía natural, claridad, conexión y apertura emocional, elegí cacao ceremonial puro.
- Si querés un bocado dulce y placentero, elegí un buen chocolate artesano.
Ambos tienen su lugar, su momento y su intención.
Si querés saber por qué elegimos cacao ceremonial en lugar de chocolate, te lo contamos aquí.
Cacao medicinal para volver al origen
En Sumay te ofrecemos cacao que respeta su origen y su poder.
Un alimento ancestral, puro y vibrante, que acompaña tus rituales y tus días.
Porque no se trata solo de sabor, sino de presencia, respeto y conciencia.