Solo cacao y agua, nada más.
Una noche de reposo y la magia sucede: mousse de cacao ceremonial.
Textura perfecta. Sabor intenso. Energía pura.
Prepararla es tan sencillo como mezclar cacao ceremonial picado con agua caliente. Si te apetece, endúlzalo con lo que más te guste.
Después, deja reposar la mezcla una noche en la nevera. En este caso, yo la dejé un par de horas más fuera de la nevera, en un lugar fresco, antes de disfrutarla.
Al día siguiente tendrás una mousse cremosa y llena de sabor.
Este postre es energía pura y una manera deliciosa de sentir la fuerza del cacao en su forma más auténtica.
Ideal para disfrutar en compañía o como un momento especial solo para ti.
Esta mousse está hecha con nuestra pasta de cacao Vida Cotidiana, pero también puedes prepararla con Vida Activa para un toque extra de energía.